Cuando uno regresa a lo de uno. (Cronica de un reencuentro) Parte I

Uno cuando esta en donde empieza, las cosas se tienden a apocar en comparación de lo que no se tiene, y aunque uno puede reconocer en ello la grandeza de su origen, como hechora de cultura sin influencia de otras culturas,  uno, al menos yo, siempre quizo lo de afuera... y no sé exactamente que era lo que queria de afuera, y ahora, despues de ser uno en medio del camino, pisando otros suelos, viendo otras cosas y parado en la calle de enfrente, viviendo ya diez años fuera de México, con tan solo unos días, reencontre lo mio, lo que siempre estuvo, mas un poquito más, porque la ciudad de México, como uno, crece y se reinventa.

Y al ver el todo, uno se pierde, se impacta, se afecta, como en una feria del libro, empiezas por no saber por donde empezar, ni que leer, ni que comprar y por costumbre aprendida o por instinto natural, te mueves a lo que mas conoces, al centro de todo y de ahi...partes.

Y es que el centro de una ciudad, termina siendo su escencia, como la de uno, el corazón de la gran metropoli, alberga todita la cosmovision de una cultura, lo bonito, lo feo, lo auténtico, lo peligroso, lo novedoso, las creencias, su moda, su comida, la concepción de su propia estética...polarizada en doble sentido, del que abarca los dos polos opuestos y del que como carro de narco, o sin la "r", obscurece la vision.

Y , aunque a nuestras tierras llegaron los gachupines a occidentalizarnos y Porfirito que por muy frances que quizo ser, Diaz siguió...la estética, es muy de México, y por ende, su bonito.